domingo, 29 de marzo de 2015

TECNOLOGÍA EXTRATERRESTRE EN PODER DE E.E.U.U.

Son infinidad los testigos del accidente de una nave extraterrestre en Roswell en 1947, quienes hablaron sobre las «propiedades mágicas» de los restos de la misma. Décadas después, altos cargos militares y científicos, implicados en secretos proyectos gubernamentales, confesaron que muchos de los desarrollos tecnológicos de los últimos tiempos se obtuvieron gracias al estudio y posterior duplicación –lo que se ha dado en llamar tecnología inversa– de dicho material alienígena. El transistor, el microchip, el láser y la fibra óptica serían algunos ejemplos de esta verdad incómoda que algunos trataron de desvelar, pagando con su propia vida tal atrevimiento… 
Multitud de investigadores están convencidos de que el Gobierno estadounidense recuperó en secreto una nave extraterrestre siniestrada en el desierto de Nuevo México en 1947, y que el estudio de sus restos ha podido originar grandes y sorprendentes descubrimientos científicos. Desde hace décadas, exmilitares, científicos y ufólogos han señalado que los servicios secretos y algunas empresas privadas de EE UU han desarrollado en la clandestinidad multitud de avances científicos a raíz del análisis de los restos del OVNI estrellado en Roswell (Nuevo México, EE UU). Sin embargo, aunque algunos de estos logros han trascendido a la opinión pública, otros –por su importancia– siguen ocultos de miradas indiscretas. En el presente reportaje desvelamos las claves de esta conspiración científica, ofreciendo en exclusiva el sorprendente testimonio del famoso mentalista Uri Geller, que en la década de los setenta participó en unos desconcertantes experimentos en una base militar, aparentemente empleando tecnología alienígena…
La mayoría de los testigos del incidente de Roswell aseguran que los restos metálicos encontrados en el desierto presentaban unas extrañas propiedades, nada comunes para el metal ordinario. 
NITINOL: MATERIAL ALIENÍGENA
Bill McBrazel, hijo del ranchero William, quien descubrió los materiales dispersados por el Rancho Foster, habló en una ocasión del sorprendente hallazgo de su padre del siguiente modo: «Se trataba de algo parecido al papel de estaño, sólo que no se rompía. Uno podía arrugarlo y doblarlo e inmediatamente recuperaba su forma original. Era flexible, pero no lográbamos plegarlo como el metal común. Parecía un plástico, pero definitivamente era metálico. Mi padre contó una vez que los militares le revelaron que no había sido fabricado por nosotros. Destacaba también un material filiforme: parecía seda, aunque no lo era, sino un material muy fuerte, sin hebras o fibras como tendría la seda. Semejaba más un alambre, una sustancia de una sola pieza».
Curiosamente, según recoge un documento oficial desclasificado en 2009, desde la Base Wright-Patterson, lugar al que fueron enviados los restos hallados en Roswell, se habría encargado al Battelle Memorial Institute –una institución privada dedicada al estudio científico de la tecnología– investigar y desarrollar materiales con «memoria de forma». En esos expedientes se recogen las primeras tentativas para la creación de nuevas y avanzadas aleaciones de titanio, realizadas, sospechosamente, a partir de 1949, dos años después del estrellamiento del OVNI en Roswell. Los implicados en este estudio fueron C. M. Craighead, F. Fawn y L. W. Eastwood, científicos que habrían intentado duplicar los materiales hallados en el desierto de Nuevo México, según argumentan ciertos ufólogos.
Fruto de dichas investigaciones surgiría el nitinol, una aleación capaz de cambiar de forma con gran facilidad. Oficialmente, el nitinol fue desarrollado en 1961 en el Laboratorio de Artillería Naval (NOL por sus siglas en inglés), gracias a un equipo dirigido por William Beuhler, utilizando una aleación de níquel con titanio. El nombre de nitinol surge de la combinación de las palabras níquel, titanio y NOL. Estos descubrimientos también están relacionados con unos desconcertantes experimentos que tuvieron lugar en el seno de la Armada y cuyo objetivo era el control de la mente sobre la materia… (Continúa en AÑO/CERO 290).

sábado, 28 de marzo de 2015

La Nasa quiere actuar en un asteroide en movimiento

La NASA planea lanzar en cinco años un cohete hacia un asteroide y arrancar un trozo de éste como parte de una misión de entrenamiento para un eventual viaje tripulado a Marte.
Asteroide
La nave pasará cerca de un año volando alrededor del cuerpo celeste y arrancará de su superficie una muestra de cuatro metros, utilizando brazos robóticos. Según la NASA, se tendrá de tres a cinco oportunidades para tomar la muestra.
Tras la extracción, el fragmento de asteroide será remolcado y puesto en órbita lunar, donde astronautas irán a explorarlo alrededor del 2025, según la agencia espacial.
La misión "mostrará las aptitudes que vamos a necesitar para futuras misiones humanas más allá de la órbita baja de la Tierra y luego a fin de cuentas a Marte", explicaba Robert Lightfoot, administrador asociado de la  NASA.
El 2008 EV5 es un asteroide de 396 metros de ancho descubierto en 2008. Asimismo, es un poco más grande que la mayoría de los cuerpos rocosos que vuelan alrededor del Sol cerca de la Tierra. Otros dos cuerpos celestes están siendo considerados para esta misión: Itokawa y Bennu.

Fuente: Telecinco.es

viernes, 27 de marzo de 2015

Consiguen hacerle vision nocturna

Un equipo de “Biohackers” conocido como Science for the Masses (Ciencia para las Masas) publicó en el día de ayer su revolucionaria investigación: han conseguido inyectar con éxito en el ojo una humano una solución que permite reconocer los objetos en la más absoluta oscuridad.
Gabriel Licina - Visión Nocturna (1)
Para llevar a cabo esta proeza se hizo falta de un voluntario y una sustancia llamada Clorina e6, la cual se extrae de un pez de aguas profundas. Obviamente el voluntario era uno de los investigadores del proyecto llamado Gabriel Licina, el cual conseguía identificar objetos en la oscuridad a una distancia de 50 metros.
Ahora el equipo planea realizar una serie de pruebas aún más complicadas para averiguar los límites de la tecnología desarrollada, la cual será bastante útil para asuntos militares.
Gabriel Licina - Visión Nocturna

miércoles, 25 de marzo de 2015

En 10 años demostrarán que hay vida¡

La culpa fue de Solaris. Cuando sólo era un adolescente en su Armenia natal, a Garik Israelian (Yerevan, 1963) la ciencia no le interesaba para nada. Pero cuando vio la mítica película de Tarkovski basada en la novela de Stanislaw Lem, esta fábula sobre la búsqueda de vida inteligente en otros mundos fue el flechazo que le metió el veneno de la astronomía en la sangre. «Tras el impacto deSolaris, devoré todos los libros de Lem, y después me cebé con Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. La verdad es que fue la ciencia ficción lo que inspiró mi vocación científica».
Garik Israelian con el físico Stephen Hawking. 
Hoy, desde el Instituto de Astrofísica de Canarias en las cumbres del Teide y elRoque de los Muchachos (La Palma), Israelian se ha convertido en un astrónomo de vanguardia en la exploración de agujeros negros y planetas fuera del Sistema Solar. Tras formarse en el Observatorio de Armenia, uno de los centros astronómicos más importantes en la antigua URSS, Israelian dejó su tierra cuando se desmoronó el superpoder soviético. Después de proseguir su formación en Holanda y Australia, acabó desarrollando su meteórica carrera en Tenerife, donde lleva ya casi dos décadas.
Pero Israelian no es sólo un científico de gran prestigio, sino un apasionado de la divulgación, un sabio convencido de que la astronomía y toda la ciencia no deben ser un monopolio de los expertos, sino un patrimonio de toda la Humanidad. Por eso se decidió a impulsar el festival Starmus, un congreso internacional en Tenerife concebido no para los astrónomos profesionales, sino para todos los amantes del Cosmos.
Israelian (d) con Brian May. 
En su primera edición, celebrada en 2011, la principal estrella invitada fue Neil Armstrong, en la que fue una de las últimas apariciones públicas del primer hombre que pisó la Luna. Y dentro de unos días, entre el 22 y el 27 de septiembre, Starmus 2 tendrá como protagonista nada más y nada menos que al profesor Stephen Hawking.

lunes, 23 de marzo de 2015

Ex-integrante de banda Blink-182 afirma haber tenido un posible contacto con extraterrestres

El cantante Tom DeLonge, exintegrante de la banda Blink-182, afirmó en una entrevista que tuvo un encuentro posiblemente extraterrestre.
Thomas Matthew Delonge Jr. actualmente es un magnate de la industria de la ropa (sus compañias Macbeth Footwear y Atticus) y un empresario de los medios de comunicación social (su red Modlife ha sido utilizada por varios famosos).
Antes de eso, él era un creyente en la existencia de vida en otros planetas, y en las conspiraciones que afirman que los gobiernos del mundo han trabajado en secreto para evitar que esta información llegue a la población en general. Se ha convertido en un académico con estilo propio sobre el tema y lanzó un sitio web, Strange Times, dedicado a exponer la verdad de lo que él llama “el fenómeno”.
Recientemente el portal Paper hizo una entrevista a DeLonge en donde se habló de su antigua creencia en extraterrestres. Cabe destacar que la entrevista está llena de afirmaciones extravagantes.
Tom DeLonge
Tom DeLonge. Crédito: Paper. Fotografía por: Albert Sanchez
¿Cuándo fue la primera que creíste en la existencia de extraterrestres?¿Cómo empezó todo esto?
Qué es gracioso, hace dos décadas, cuando me metí en esto,tomaba muy a la ligera este tema de los OVNIs y hasta me reía de ello. Pero ahora, la NASA celebra simposios acerca de búsqueda de vida en el universo, el Vaticano está hablando de como sería la visión de la Iglesia si hubiera vida fuera.
Tienes que entender, he estado involucrado en esto desde hace mucho tiempo. Tengo fuentes del gobierno. He tenido mi teléfono intervenido. He hecho un montón de cosas raras en esta industria – la gente no me creerían si les dijera. Pero esto es lo que sucede cuando usted comienza a recibir en una cadena de correos electrónicos con cientos de científicos de la Jet Propulsion Laboratory (NASA) y diferentes universidades de todo el país, chicos que tienen 30 patentes, chicos que trabajan bajo tierra en los sitios de prueba de Nevada en el Área 51. Esto va mucho más allá de simplemente decir: “Hey, esa pequeña luz en el cielo, que es un pequeño hombre verde.” que no se presta la gravedad e importancia del tema.
¿Usted tuvo su teléfono intervenido?
Sí. Desde hace algún tiempo. Hace años, había alguien que estaba recolectando 150 horas de testimonios secretos específicamente de audiencias en el Congreso, sobre los proyectos del gobierno y el programa espacial secreto estadounidense. La gente de la NASA, Roma, el Vaticano, lo que sea, todos están allí. Las primeras 36 horas resumían las mejores partes de todas esas imágenes. Lo tuve escondido en mi casa por un período de tiempo, y en una ocasión estuve volando con esta persona y junto a alguien que fue asistente de la mano derecha de Wernher von Braun . Wernher von Braun fue un científico nazi que trajimos a construir nuestros cohetes Apolo que nos llevaron a la luna, y en su lecho de muerte, dijo a esta persona un montón de cosas. Yo estaba volando hacia Los Ángeles. En ese momento un montón de cosas raras comenzaron a suceder.
¿Estabas preocupado por tu seguridad?
En parte, debido a que hacen cosas raras. En ese momento yo no lo sabía, pero la persona con la que estaba tratando estaba siendo despertado en medio de la noche por clics y zumbidos y empezaba a vomitar, cada mañana a las 4 am. Ahora sé que esas son posibles de realizar a partir de experimentos de control mental, donde la misma tecnología que utilizamos para encontrar petróleo bajo tierra, podemos aplicarla a alguien en la misma frecuencia que el cerebro funciona, y puede causar que algunas cosas realmente horribles. 
La primera vez que comenzaste a leer sobre estas cosas y mientras más informado estaba, ¿alguna vez penaste: “Debo estar loco si yo creo que esto es real”?
Al principio creía todo lo que leía. Entonces llegué a un punto en el que yo no creía nada de lo que leía. Y luego salí de la parte posterior de la misma, diciendome a mí mismo: “La mitad es real, la mitad de ella no lo es.” Lo que la gente tiene que entender es que la historia básica de los OVNIs es muy simple. El fenómeno ha existido siempre. Todas las religiones antiguas fueron escritas en base a presenciar este fenómeno en varias formas. Los gobiernos del mundo observaron el fenómeno e intentaron replicar la tecnología, pero lo hicieron en secreto. Así que los gobiernos están luchando entre sí con estas piezas de tecnología. Pero dentro de esas pequeñas escaramuzas, el fenómeno todavía está aquí, y es mucho más avanzado. Así que con el fin de ocultar lo que los gobiernos están construyendo en secreto, le echan la culpa a las naves espaciales y los extranjeros que se alimentan de sus cerebros y todos estas cosas raras, pero es todo en un esfuerzo por ocultar lo que realmente estamos construyendo, algo que es real, pero es exótico y esotérico, y todo es parte de un plan. Y a medida que nos damos cuenta de que el fenómeno es real, están esperando que no sea malo como pensamos que podría sero. Es un juego muy complejo que se ha jugado, especialmente desde los años 80. La CIA estaba muy interesada en los grupos de investigación civil de OVNIs, con la intención de tener el control sobre toda la investigación y la sensibilización del público. Fue una operación psicológica. Así que la CIA dijo: “Será mejor estemos allí y hacer que todos se vuelvan locos, pero al menos estará controlado, y cuando estemos a cargo podremos dejar que poco a poco la gente sepa que el fenómeno es real, pero, “No te preocupes – hemos estado construyendo algo secreto para ayudar a protegernos”. Es una locura, pero es real.
Nunca has sido tímido sobre tus creencias. Has escrito una canción “Aliens Exist “, y me acuerdo de ti hablando de esto en la revista Rolling Stone, pero en el momento en que estabas en Blink-182, presentado como un chicos despreocupados. Pero cuando empezó a hablar de los extraterrestres con Angels & Airwaves y luego se puso en marcha Strange Times, la gente empezó a decir, “Oh, él está realmente hablando en serio acerca de estas cosas.”
La gente va a decir “Oh, usted cree en los ovnis” [ risas ], pero estoy leyendo libros sobre física, estoy leyendo libros sobre el programa espacial secreto, estoy hablando con personas que trabajan bajo tierra durante seis meses continuos, que están confiando en mí acerca de las iniciativas de seguridad nacional. He leído literalmente 200 libros sobre el tema, y yo no gasto mi tiempo mirando a los informes de OVNIs o hablando con los pequeños hombres verdes. Voy más allá de eso. Si alguien te dice que no hay vida en el universo, debe estar dormido. Eso es una cosa tan tonta como para decirla. Está totalmente, universalmente aceptado entre los establecimientos científicos de élite del país de que hay vida en todas partes. La pregunta es ¿qué tipo?, ¿dónde?, ¿cómo llegan aquí?, ¿qué están haciendo?, ¿cuándo llegaran aquí?, y cómo nos comunicamos con ellos? Ahí es cuando empiezas a leer libros sobre la mente y la conciencia, y la telepatía. Es un programa totalmente diferente.
Y aquí está la descripción de lo que él cree que fue un encuentro alienígena mientras acampaba cerca del Área 51:
Teníamos dos noches. Hicimos una fuera de una base secreta llamada China Lake. Y eso fue en la trayectoria de vuelo para el Área 51, que se conoce como Groom Lake. Acampamos en el extremo norte de ese lugar, cerca de 200 millas de la ubicación del personal más cercano. Estábamos por encima de una zona llamada Tonopah, que es donde se prueba el vuelo de un montón de cosas diferentes. Así que si usted recuerda, yo estaba hablando de una persona que estaba recogiendo todo ese material para la audiencia del Congreso. Esa persona me decía que que la gran creencia, que yo había corroborado con un profesor universitario, por cierto, que la comunicación de este fenómeno particular es la frecuencia de pensamiento. Así que parte de la comunicación y la toma de contacto está cerrando su mente hacia abajo y hace que sea capaz de proyectar sus pensamientos. Y este tipo me estaba diciendo sobre él, y todo este protocolo para su funcionamiento. Cuando fuimos allí la primera noche, decidimos correr a través de este protocolo en el que proyectar sus pensamientos. Así que decidimos hacerlo, y estábamos locos, ya era tarde, pero no pasó nada. Me decía: si algo iba a pasar, iba a suceder a las tres de la mañana, porque ese es el momento en el que este tipo de cosas suceden. No me preguntes por qué. Ponemos unos cuatro registros en el fuego, y todo está iluminado, y nos dormimos alrededor de la una o dos. Me desperté a las 3 a.m., todo mi cuerpo parecía que tenía electricidad estática, y abro los ojos y el fuego sigue en marcha, y hay una conversación en el exterior de la tienda. Sonaba como si hubieran alrededor de 20 personas allí, hablando. Y al instante mi mente se va. OK, están en nuestro campamento, no están aquí para hacernos daño, que están hablando mierda, pero no puedo entender lo que están diciendo. Pero están trabajando en algo. Entonces yo cierro los ojos y despierto, y el fuego está fuera y tengo unas tres horas de tiempo perdido.
Toda la entrevista pueden encontrarla en este enlace.

domingo, 22 de marzo de 2015

¿Porque no hemos detectado vida?

Os dejo un magnifico artículo de la página: https://www.fayerwayer.com
El autor de esta frase es Carl Sagan, probablemente el divulgador científico más famoso de todos los tiempos. Y no es de extrañar por qué, si asociamos Flemming a la penicilina, el nombre de Sagan evoca su gran pasión: la búsqueda de vida extraterrestre.
A lo largo de su carrera como científico y estrella mediática, Sagan defendió en múltiples ocasiones la investigación en este campo. Por ejemplo, en 1980 cofundó la Sociedad Planetaria, organización privada para la exploración planetaria y programas SETI (siglas en inglés de "búsqueda de inteligencia extraterrestre”) y usó su influencia para que el Congreso Norteamericano no cortara los fondos para el programa SETI de la NASA. En 1982 logró que se publicase en la revista Science una petición a favor de SETI firmada por setenta científicos eminentes, entre ellos siete premios Nobel. En 1985 escribió una novela de ciencia-ficción, Contacto, luego llevada al cine.
El pasado 20 de diciembre se cumplieron 18 años de la muerte de Sagan y la pregunta de si hay vida ahí fuera o no sigue sin respuesta.
Carl Sagan con un modelo de la sonda Viking. © NASA Jet Propulsion LaboratoryCarl Sagan con un modelo de la sonda Viking. © NASA Jet Propulsion Laboratory

Un planeta ¿común?

La Tierra no parece tener nada de especial para que la vida sólo haya evolucionado en ella. Es un planeta aparentemente normal de un Sistema Solar aparentemente normal dentro de una galaxia aparentemente normal.
Se calcula que en nuestra galaxia existen unos 200.000 millones de estrellas alrededor de las cuales orbitan un número no inferior de planetas. A su vez, se piensa que existen entre 100.000 millones y 200.000 millones de galaxias.
La inmensidad de estas cifras suele interpretarse como una indicación de que en el universo deberían existir más formas de vida, inteligentes o no. Es una pura cuestión estadística. No sabemos con qué frecuencia aparece la vida, pero suponiendo que se trate de un fenómeno muy improbable y que sólo 1% de los planetas reúnan las condiciones necesarias para ser habitables, el universo debería contener casi 16 millones de billones de planetas que potencialmente podrían albergar vida.
Si, además de tener en cuenta lo vasto que es el universo, pensamos en lo viejo que es, parece aún más fácil que existan otras civilizaciones.
La Tierra “sólo” tiene 4.600 millones de años en comparación a los 13.700 millones de años del universo. Alguna forma de vida que surgiese mucho antes que la nuestra y que haya estado evolucionando desde entonces debería llevar mucho tiempo dejando su huella alrededor de nuestra galaxia. De hecho, se estima que una civilización tecnificada tardaría, como mucho, unos 50 millones años en colonizar por completo la Vía Láctea.
Si todo esto es así, ¿por qué no hemos detectado la más mínima señal de vida extraterrestre hasta ahora?
Recreación artística de una explosión de rayos gamma. © NASARecreación artística de una explosión de rayos gamma. © NASA

La paradoja de Fermi y las explosiones de rayos gamma

Esta es precisamente la pregunta que plantea la paradoja de Fermi. En 1950, el físico italiano Enrico Fermi observó que, si la vida fuese un fenómeno tan común como se cree, el ser humano ya tendría que haber contactado con alguna civilización extraterrestre. ¿Por qué no ha sido así?
Los científicos, a día de hoy, no pueden dar una respuesta concreta a la pregunta, lo único que pueden hacer es plantear hipótesis. En el pasado, varios expertos han interpretado esta ausencia de señales de vida extraterrestre como una indicación de que los humanos tal vez seamos la primera civilización tecnificada y expansionista de la Vía Láctea. Algo posible si la mayor parte de la galaxia fuese mucho más hostil a la vida de lo que pensamos.
Recientemente, dos físicos teóricos, Tsvi Piran, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y Raúl Jiménez, de la Universidad de Barcelona, en un artículo publicado en la revista Physical Review Letters, sugirieron que la vida en el cosmos podría ser un fenómeno mucho menos común de lo que se pensaba: sólo 10% de las galaxias podría albergar vida compleja. La razón serían las explosiones de rayos gamma, uno de los fenómenos más violentos del universo conocido.
Las explosiones de rayos gamma ocurren cuando una estrella muy masiva estalla en forma de supernova y, en pocos segundos, libera tanta energía como el Sol durante toda su vida. Se trata de un fenómeno relativamente poco común: se estima que estos estallidos suceden una vez cada varios millones de años, pero cuando ocurren pueden barrer la vida a miles de años luz de distancia. Por suerte para nosotros, las explosiones de rayos gamma “observadas” hasta ahora han tenido lugar en galaxias distantes.
Piran y Jiménez han calculado que existe 50% de probabilidades de que algo así haya sucedido en nuestro planeta durante los últimos 500 millones de años. Si el intervalo de tiempo se extiende a los últimos 5.000 millones de años, la probabilidad aumenta hasta 90%.
Estas cifras convierten a las explosiones de rayos gamma en un candidato plausible para explicar alguna de las extinciones masivas que han tenido lugar en nuestro planeta. De hecho, algunos astrofísicos consideran que las extinción masiva del Ordovícico pudo deberse a una de estas explosiones.
“Fábrica” de estrellas captada por el telescopio espacial Hubble. © NASA, ESA y M. Livio (STScI)“Fábrica” de estrellas captada por el telescopio espacial Hubble. © NASA, ESA y M. Livio (STScI)
Pero los efectos de estos brotes de rayos gamma van más allá. Según ambos científicos, las galaxias ricas en “fábricas” de estrellas podrían verse bombardeadas regularmente por estos brotes de rayos gamma, aniquilando cualquier forma de vida más compleja que un microbio.
Por este motivo, el centro de la Vía Láctea sería prácticamente hostil a la vida. Han calculado que, en los últimos 1.000 millones de años, la probabilidad de que una explosión letal de estas características se hubiese producido a menos de 6.000 años luz del centro de la galaxia (donde están 25% de las estrellas) sería de 95%. Sólo las regiones más externas de las grandes galaxias —como la que ocupa nuestro sistema solar— serían habitables.
Al considerar el universo en su conjunto, los autores concluyeron que, debido a estos fenómenos destructivos, apenas 10% de las galaxias podrían albergar vida compleja como la que vemos en la Tierra y ésta sólo habría podido comenzar hace 5.000 millones de años.
El estudio es un mazazo para los científicos que trabajan en proyectos como SETI que siempre han defendido que el centro de las galaxias es el mejor lugar para buscar vida extraterrestre precisamente por la alta densidad de estrellas. ¡Justo al revés!

Otras hipótesis

Las explosiones de rayos gamma son una posible respuesta a la paradoja de Fermi. Pero no la única. En este video, elaborado por la revista de divulgación New Scientist se detallan otras hipótesis que explicarían por qué no hemos detectado vida inteligente hasta ahora.
Ver en YouTube
De momento, nadie puede afirmar que ninguna de estas opciones sea la que más se ajusta a la realidad. Pero tampoco importa: el día que podamos responder con certeza a la pregunta ¿hay vida ahí fuera? la noticia será descomunal, independientemente de la respuesta. Tal como dijo Sagan, tanto si estamos solos en el universo como si descubrimos que hay vida más allá de la Tierra, a nuestro alrededor, nuestra visión de la realidad cambiará para siempre.

sábado, 21 de marzo de 2015

El duende de Zaragoza

Mucho se ha hablado de las causas, y muchas voces, aparte de la del propio duende, han dado su versión de lo sucedido. Pero el único que puede dar fe del fenómeno es Arturo, el pequeño de siete hermanos, que un día llamó chalado al duende y que, en sus propias palabras, fue contestado por una misteriosa voz: "Chalado, no, pequeño". Tomando un descafeinado en el bar de al lado, donde aún conservan una foto del antiguo inmueble, Arturo evoca pasajes de finales del 34 y principios del 35, cuando los zaragozanos abarrotaban la zona para ver si lograban escuchar algo de los enigmáticos parloteos que salían del 'edificio encantado'. 

"No se podía vivir. Nuestra casa parecía una verbena. No había colegio, ni vida", recuerda. Y añade que, cuando la familia que habitaba el segundo derecha se marchó -su criada fue acusada de provocar los extraños sonidos en un caso inédito de ventriloquia-, los Grijalba, que vivían en el piso superior, se mudaron allí. "Antes, habíamos oído las risas, porque solo estábamos tres familias en el bloque. Cuando llegamos a la nueva casa -rememora Arturo-, empezamos a escuchar algo. Mi padre llamó a la Policía y me acuerdo de una voz varonil que decía: 'Cobardes, cobardes". Entre otras conversaciones mantenidas por este peculiar espíritu, Arturo rememora momentos como cuando se apagaba la luz y se oía: "Luz, que no veo" o el saludo matinal, al abrir la puerta de la cocina: "Buenos días, camarada". Por la noche, era harina de otro costal. "Entonces, se callaba -comenta Arturo-. Y, si no le preguntabas, no contestaba. Tenía respeto". En una ocasión, el padre de Arturo preguntó: "¿Cuántos estamos en la casa?". Y el duende contestó: "13". Al replicarle que eran doce, la voz gritó: "¡No, 13!". 

Hubo muchos intentos por identificar qué o quiénes estaban detrás del duende. Levantaron el tejado, para ver si había cables, y un albañil quiso tirar la chimenea. Pero, cuando estaba tomando medidas, la voz volvió a aparecer: "No se moleste, son 78 centímetros", emula Arturo. Entonces, el albañil dejó todo, paquete, sacos y un pozal, que ya se quedarían en el hogar de los Grijalba, y nunca volvió. 

Según el relato de Arturo, la voz dejó de sonar un día de 1935 y nunca más se supo. Años después, el edificio también desaparecería para siempre. Pero no los rumores y las especulaciones. Por eso, Arturo se queja de que la historia se ha deformado con los años y cree que, en este asunto, "todos fracasaron". Para él, no fue ni una cuestión de ventrílocuos ni una gamberrada. "No era nada físico", considera. Porque tanto para Arturo, que lo vivió en primera persona, como para muchos zaragozanos, que siguen hoy acordándose de la historia, siempre será cuestión de duendes. Al menos, de uno


¿VIVEN ALIENÍGENAS ENTRE NOSOTROS?

¿Podrían ser efectos observables de actividad extraterrestre ciertos avistamientos, abducciones y fenómenos inexplicados? No se trata de fantasías, sino de escenarios factibles sobre los cuales algunos investigadores científicos especulan y ejercen una crítica racional. Algunos cálculos apuntan que por cada civilización de un desarrollo similar a la humana, podría haber decenas de millones de otras mucho más avanzadas y de dimensiones galácticas.
OVNI extraterrestre alienígena infiltrado
Si alguien le dijera que un equipo de alienígenas sabe de usted más que su familia y sus amigos más íntimos, probablemente sonreiría mientras piensa que esa persona debería ver a un psiquiatra. Sus sospechas aumentarían si su interlocutor añadiera que es posible que dichos extraterrestres puedan reprogramar en parte su mente y hasta ciertas condiciones de su entorno, sin que usted advierta el mínimo indicio de su actividad.

Sin embargo, este escenario no es fruto de ninguna fantasía delirante, sino de un impecable ejercicio racional. Se trata de una de las hipótesis sobre las cuales reflexionan muchos científicos.

En nuestra galaxia, el Sol es una estrella joven entre miles de millones de estrellas mucho más antiguas. En el Universo observable existen billones de soles que superan ampliamente la edad del nuestro. Incluso manejando cálculos conservadores, la vida inteligente debería haberse desarrollado en otros sistemas planetarios y haber evolucionado en éstos mucho más tiempo que en el nuestro.

En su libro El universo inteligente (Ed. Debate), publicado hace ya algunas décadas, el prestigioso astrofísico Fred Hoyle se preguntaba: «¿cómo llamaríamos a los individuos de una civilización extraterrestre que nos llevara algunos milenios de ventaja en términos tecnológicos?». «Todo lo que hicieran –añadía–, nos parecería magia, aunque fuese física».

Nada impide que mediante técnicas como la ingeniería genética hubieran desarrollado cerebros de una capacidad inimaginable para nosotros. O que hubiesen alcanzado un dominio notable sobre el espacio y el tiempo, hasta el extremo de poder viajar a universos paralelos. O que hubieran conquistado la «inmortalidad», mediante una tecnología capaz de transferir su conciencia y toda la información psíquica de sus mentes a nuevos soportes mucho más eficaces que nuestro rudimentario hardware biológico.

En este caso, no cabe duda de que a esos alienígenas les llamaríamos «dioses». Francis Crick –el codescubridor del ADN– planteó la hipótesis de que una civilización de ese perfil sembrara la vida en la Tierra. Nada impide que ésta –incluyendo a nuestra especie– sea un diseño inteligente y parte de un experimento, o que esos seres nos observen desde la época de los homínidos y tengan de nuestra historia un conocimiento notablemente más riguroso y detallado que el nuestro, incluyendo, por ejemplo, el registro visual del asesinato de Julio César. Incluso cabe preguntarse: ¿podríamos ser una reserva ecológica protegida, inmersa en una civilización de grandes dimensiones?
En un artículo titulado Universos branas, el principio subantrópico y la conjetura de indetectabilidad, publicado en Internet en 2003 (http://arxiv.org/abs/physics/0308078), la doctora Beatriz Gato Rivera, especialista en Física de Partículas Elementales y en Física Matemática, aborda este fascinante escenario y contempla la posibilidad de que nuestra cultura humana esté inmersa en una mucho más avanzada de dimensión galáctica, sin que seamos conscientes de ello. Nuestra ignorancia de dicha situación sería análoga a la de un grupo de gorilas de montaña en relación a la cultura planetaria del hombre.

Para esta científica española, dicho escenario no puede descartarse si se cumplen dos condiciones. La primera supone que los terrestres no somos típicos entre los habitantes inteligentes del Universo, sino muy primitivos. Los observadores inteligentes típicos pertenecerían a galaxias que nos llevan cientos de miles o millones de años de evolución. La magnitud de esas inteligencias podrían implicar una distancia muy superior a la que separa la nuestra de otros animales. La doctora Gato Rivera denomina a esta condición «principio subantrópico».

La segunda consistiría en lo que ella misma llama «conjetura de indetectabilidad». Según ésta, todas las civilizaciones avanzadas camuflan sus planetas por razones de seguridad, de modo que los observadores externos no puedan detectar señal alguna de actividad inteligente, o sólo obtener datos distorsionados de carácter disuasorio para desalentar cualquier aproximación.

En el caso de civilizaciones grandes, de dimensiones galácticas, las comunicaciones
interplanetarias entre distintas bases o asentamientos también podrían camuflarse. Recientemente, dos científicos de la Universidad de Hawai, Walter Simmons y Sandip Pakvasa, han propuesto un sistema protegido de este tipo: los alienígenas dividirían sus mensajes en dos grupos de fotones y los emitirían en direcciones opuestas del espacio, hasta unos espejos que los reconducirían hacia su destino final, donde las señales se volverían a recombinar para reconstruir el mensaje original. Si esta sencilla solución de fragmentación y recombinación se encuentra al alcance de una inteligencia primitiva como la terrestre, parece claro que una cultura alienígena avanzada debería haber desarrollado sistemas mucho más perfectos para ocultar sus comunicaciones y su existencia.

Los motivos para explicar esta conducta pueden ser varios: protegerse de civilizaciones avanzadas agresivas, no interferir en la evolución de las más primitivas, o mantener libre de intervenciones extrañas a distintos sistemas sometidos a observación.

Por tanto, lo que propone la doctora Gato Rivera no sólo es plausible, sino que también rebate algunos argumentos escépticos. Por ejemplo, el expuesto por Ken D. Olum en un reciente artículo –Conflicto entre razonamiento antrópico y observación– que, basándose en el modelo de la inflación cosmológica perpetua, estima que, de cada cien millones de seres inteligentes en el Universo, todos menos uno pertenecerían a una civilización galáctica. Para este autor, el principio antrópico indicaría que nosotros deberíamos pertenecer a una de ellas y no es así. Por ello, concluye que hay algo erróneo en este razonamiento, avalando «la paradoja del alienígena ausente», formulada por Enrico Fermi en los años 50.

Sin embargo, como observa Gato Rivera, Olum comete dos errores. Por un lado, supone que deberíamos ser «observadores inteligentes típicos» y, por otro, piensa que pertenecer a una civilización avanzada de ese tipo significa ser ciudadano de la misma. Sin embargo, los gorilas están inmersos en una cultura planetaria humana, pero ni son conscientes de ello ni pueden considerarse ciudadanos de la aldea global. Lo mismo podría decirse del hombre de Neandertal, o de los grupos humanos primitivos que residen en el corazón de las selvas.
«La conjetura de indetectabilidad» plantea un escenario inquietante. Nada impide que exista una civilización extraterrestre avanzada en nuestro propio sistema solar. O que, a imagen de lo que propone 2001, una Odisea del Espacio, Júpiter sea la puerta que conduce a ella, o que exista un medio paradisíaco bajo el manto gaseoso de este cuerpo, en el cual la Tierra cabe más de 300 veces. O que haya una supercultura bajo la superficie de Marte, o bases avanzadas bajo el mar terrestre o en cualquier otro punto.

Más aun: los cuerpos celestes que nos parecen inhabitables debido a nuestras observaciones, podrían albergar civilizaciones con una tecnología capaz de proyectar un escudo de informaciones falsas para disuadirnos de intentar cualquier aproximación. Como en la naturaleza, este mimetismo lanzaría mensajes del tipo: «cuidado, no se acerque, veneno letal». O la imagen de páramos desprovistos de atractivo y recursos, para mantenerse a salvo de la codicia predadora de otros alienígenas avanzados y agresivos.

ALIENÍGENAS INDETECTABLES

No es inconcebible, incluso, que una civilización de ese tipo pudiera llegar a convertir a su planeta en invisible e indetectable desde el exterior, o que se desplazara por la galaxia y por nuestro sistema solar en un planetoide de grandes dimensiones. Bastaría con que dispusiera de una tecnología capaz de captar todos los datos del espacio cósmico sobre el cual se desplaza y proyectarlos hacia los observadores potenciales, al mismo tiempo que oculta los efectos de su campo gravitatorio, absorbe o deriva en otra dirección todas las señales que otros emiten en su dirección y que cuenta con mecanismos para no emitir ninguna radiación. La forma de hacerlo puede apreciarse en la imagen del «hombre invisible», cubierto por un traje basado en este principio que acabamos de describir (ver foto). ¿Acaso no está desarrollando nuestra primitiva civilización tecnológica aviones y submarinos «invisibles» al radar? ¿No es posible que se logre proyectar la imagen del cielo limpio que hay detrás de una aeronave por el mismo sistema que ilustra el «hombre invisible»? En este escenario, los alienígenas podrían observarnos desde una distancia cercana sin que pudiéramos advertirlo. Incluso podrían situar su planetoide viajero entre la Tierra y la Luna, sin estorbarnos la visión de nuestro satélite.

Examinemos los argumentos escépticos a la existencia de extraterrestres inteligentes en nuestro entorno. Si están aquí, ¿por qué no establecen contacto con nosotros? Entre otras muchas posibles respuestas, parece claro que si descubrimos a un grupo de homínidos nuestros antropólogos se las ingenierían para observarlos sin darse a conocer. Otra objeción de los escépticos señala que nuestros visitantes extraterrestres no hubiesen suele realizado una empresa tan costosa como llehar a la Tierra «para nada». En consecuencia, deberían estar interesados en nuestros recursos, o en recabar información de primera mano, o en formalizar pactos, o en someternos a sus designios.

Pero se trata de razonamientos burdos. El primate humano no concibe que un observador no esté interesado en arrebatarle los plátanos, o en esclavizarlo y explotarlo como él hizo y hace con sus congéneres, o que éste no esté interesado en transformarse en el macho dominante de su horda o en «el rey del mundo», con el monopolio sobre todas sus hembras y sus recursos.

Sin embargo, si el mono humano es inteligente y observador, estaría en condiciones de detectar algunos indicios indirectos de la presencia alienígena. Una civilización galáctica avanzada podría, por ejemplo, suscitar experiencias concretas como estímuloque le permita estudiar las respuestas humanas: visiones angelicales, éxtasis místicos, avistamientos OVNI, fenómenos paranormales, apariciones fantasmales, etc. Nada impide tampoco que diseñara estados alterados de conciencia durante los cuales se simulasen contactos con alienígenas, como parte de un ambicioso programa previo para preparar un contacto efectivo o con cualquier otro objetivo inimaginable para nosotros.

En ocasiones su interés podría recaer en un individuo aislado, perfectamente anónimo y superfluo desde la perspectiva de nuestros criterios de interés e importancia, pero no sólo para convertirlo en objeto de observación o de experimentación. Como observa Gato Rivera, el objetivo del alienígena podría ser simplemente lúdico –jugar con ese simpático humano, transmitirle información que lo convierta en profeta o fenómeno de masas, divertirse con sus reacciones de orgullo y su creciente sentimiento de ser especial–, o bien perseguir una finalidad altruista: ayudarle a evolucionar como entidad psicoespiritual y conseguir que desarrolle todo su potencial.

Como es obvio, las motivaciones de unos alienígenas muy avanzados serían en buena medida inconcebibles para nuestro nivel de inteligencia. Un mono no puede sospechar qué finalidad persigue un hombre leyendo un libro o intentando resolver una ecuación. Esa distancia biológica y cultural, o incluso una mucho mayor, podría ser la que nos separa de una civilización alienígena avanzada, en la cual estuviéramos inmersos sin tener conciencia de ello, como sucede con los gorilas en relación a la cultura planetaria de la Humanidad.

Hasta hace poco tiempo, nuestro concepto de inteligencias extraterrestres era demasiado antropocéntrica. Sólo les atribuíamos una tecnología muy superior y, en el mejor de los casos, una inteligencia y afectividad calcada de nuestros ideales y modelos de «hombres superiores».

Pero este concepto resulta pueril. La inteligencia y la afectividad de semejantes seres podría ser tan incomprensible y misteriosa para nosotros como es la nuestra para las abejas o las hormigas. Nada impide que la idea de un contacto con nosotros resultara tan exótica para ellos como para usted la de dialogar con una ameba. Sus objetivos e intereses no tienen por qué tener nada en común con los nuestros. Al menos, esta podría ser la situación en relación a muchas civilizaciones avanzadas para las cuales la forma de vida humana resultase demasiado alejada de la suya.

SERES DE OTROS MUNDOS

Sin embargo, si las estimaciones son correctas, también existiría un número importante de extraterrestres cuyo grado de semejanza o simpatía por los humanos fuese mucho mayor. En buena lógica, la presencia de observadores alienígenas de este tipo sería la más probable en nuestra proximidad, por la sencilla razón de que la mayor afinidad tendería a seleccionar preferentemente a las civilizaciones que nos encontraran interesantes.

De cualquier modo, todo lo que hicieran nos parecería muy raro y hasta ilógico. Este aspecto debe tenerse en cuenta cuando se analizan los testimonios de personas que declaran haber sido abducidas, o haber visto alienígenas. Juzgar la veracidad de las versiones que dan sobre los supuestos extraterrestres, con nuestros criterios de lo que es lógico que hicieran los seres de una cultura alienígena avanzada, no resulta sensato ni razonable. Más bien deberíamos emplear un criterio de desemejanza, dando mayor probabilidad a aquellos testimonios que describen conductas completamente inexplicables desde una perspectiva humana.

Ea probable que debamos aplicar a las civilizaciones inteligentes llamadas «típicas», algunos de los atributos que los humanos hemos atribuido a lo que denominamos Dios: «sus caminos no son nuestros caminos y sus pensamientos tampoco son los nuestros». Por poco que se diferenciaran los planetas en los cuales ellos evolucionaron del nuestro, basta con ver la diversidad de formas de vida que alberga la Tierra para deducir hasta qué punto podrían ser distintos de nosotros.

Fuente: http://www.xn--revistaaocero-pkb.com/secciones/ovnis-vida-extraterrestre/viven-alienigenas-entre-nosotros

viernes, 20 de marzo de 2015

Los gatos son espías alienígenas

Imagen vía Wikimedia Commons
Atención, gente gatuna. Hay una teoría en internet que está cobrando popularidad y que merece nuestra atención. Al parecer, los felinos domésticos podrían ser centinelas alienígenas enviados desde el espacio para espiarnos e informar de sus descubrimientos a su nave nodriza. Como dicen algunos defensores de esta teoría, son cámaras alienígenas que registran todos nuestros movimientos.
Al igual que con muchas teorías de la conspiración, la teoría de los gatos alienígenas está muy bien desarrollada y basada en algunas verdades y mucha ambigüedad. ¿Cuánta? En Motherboard decidimos echar un vistazo a las premisas más prometedoras, y analizarlas una por una. Un usuario llamado “RedSpider” resume la información en una útil lista en Digital Kaos. Me apropié de su lista (ligeramente editada para fines de estilo y claridad), y los puntos originales aparecen en negrita.
Examinamos las pruebas para que podáis sacar vuestras propias conclusiones:
1. No existe ningún documento antes de la época del Antiguo Egipto que mencione la existencia de los gatos. Y en el imperio egipcio, eran adorados como regalos de los dioses.
Para saber más sobre el registro fósil, contacté a Ryan Haupt, paleontólogo de la Universidad de Wyoming, quien, como dijo en una entrevista anterior, estudia “la vida de los mamíferos modernos para entender mejor qué hacían sus parientes extintos en el pasado”. Me dijo que muchos creen que en Egipto se originó el gato doméstico, pero señaló que “se han encontrado esqueletos de gatos en sitios más antiguos”.
Exportar gatos domésticos era ilegal en el Antiguo Egipto, según Wild Cats of the World, un libro de Mel y Fiona Sunquist, lo que podría explicar por qué no aparecen en los registros de otras civilizaciones hasta miles de años después. Aunque se han encontrado esqueletos de felinos en otros lugares, no se sabe “si fueron domesticados o no”, dice Haupt, y agrega que “probablemente” no lo fueron.
“Sólo examinando los esqueletos es imposible saber cuándo los gatos dejaron de ser salvajes y comenzaron a ser domesticados”, dice Haupt.
En cuanto al culto a los gatos, la cosa es un poco más complicada de lo que nos hace creer la teoría. Los gatos eran, en efecto, adorados por los antiguos egipcios, escriben los Sunquists. Los gatos eran mascotas queridas; su muerte suponía un duelo similar al de cualquier familiar; eran embalsamados y enterrados con pompa y majestuosidad, según la riqueza de su dueño; los cementerios de gatos se construían a orillas del Nilo; la pena por matar a un gato era la muerte. Pero los gatos no eran vistos únicamente como regalos de los dioses. Algunos dioses egipcios, eran gatos, como Bastet, la diosa del amor y la alegría. Un antiguo papiro egipcio muestra a Ra, dios del sol, como un gato con manchas y un cuchillo.
Intenté contactar por correo y Twitter con Giorgio Tsoukalos, el teórico favorito de todos, autor de Ancient Aliens y fundador de Legendary Times Books, para conocer su opinión, pero nunca me contestó.
2. La ciencia no puede determinar cómo producen ese ronroneo.
Para esto, empecé por hacer una búsqueda en internet. Que la ciencia no sepa por qué los gatos ronronean es algo que se da por sentado en internet, pero esa es sólo parte de la historia. Es cierto que los gatos no tienen un órgano especial para producir ese sonido. Pero la ciencia sí sabe un par de cosas. Como señala un un artículo en WebMD:
Un oscilador neuronal rítmico y repetitivo envía mensajes a los músculos de la laringe, lo que los hace vibrar entre 25 y 150 veces por segundo (Hz). Esto produce una repentina separación de las cuerdas vocales, durante la inhalación y la exhalación, produciéndose la característica vibración felina.
“Ópera para gatos”, así lo denomina la Dra. Karen L. Overall, conductista de animales. Pero el ronroneo suele ser tan grave que no solo lo oímos, sino que también podemos sentirlo.
Contacté con el Dr. Ken Simpson, del Hospital Animal Monon, el veterinario de mi pueblo natal en Indianápolis, para preguntarle sobre qué decía la ciencia veterinaria más reciente al respecto. (Información completa: también es mi tío). Me dijo que “la fisiología sigue siendo un pequeño enigma”, pero señaló que los veterinarios han descubierto algunas cosas fascinantes sobre el ronroneo a lo largo de los años.
“Para mí, el ronroneo es un método de comunicación que puede ocurrir cuando ciertos órganos vocales se dilatan con sangre debido a una excitación, resultado de alguna estimulación”, me escribió. “A medida que el aire entra, se genera una vibración que produce el sonido que escuchamos. También he oído que el movimiento del diafragma contra el tejido de un pulmón hinchado provoca los sonidos del ronroneo. En mi experiencia, los gatos con asma y pulmones excesivamente hinchados tienen un ronroneo ligeramente más fuerte”.
Existen pruebas de que este comportamiento es adquirido. Por ejemplo, mi veterinario pone como ejemplo un gato sordo que nunca ronroneó en su vida. Otro de sus pacientes tuvo meningitis cuando era pequeño y su aprendizaje se había visto perjudicado por ello; ese gato tampoco había ronroneado nunca. Estudios de caso como estos sugieren que el ronroneo, en efecto, se origina en el cerebro, y Simpson dijo que no veía “por qué dudar” de la teoría de la “oscilación neuronal”.
Sin embargo, me quedo con una duda: ¿Qué es el oscilador neuronal, exactamente? ¿Por qué existe? ¿Por qué, en términos conductuales, ronronean los gatos? Esas preguntas siguen siendo un misterio. ¿Tecnología alienígena? ¿Señales de transmisión? Poco probable, si tenemos en cuenta que otros gatos salvajes, como el guepardo, también ronronean.
3. Si tiras hacia atrás de las orejas de un gato y describes lo que ves, comprobarás que se trata de una copia perfecta de la clásica imagen del “alien gris”, con esos ojos grandes y rasgados y la boca y la nariz pequeñas.
Completamente cierto. Véanse las siguientes imágenes. Siguiente premisa.
De izquierda a derecha, imágenes vía Flickr y Wikimedia Commons.
4. Un gato tiene una visión muy superior a la tuya. Esto hace que parezca mucho más avanzado en términos evolutivos. ¿Cómo?
La versión extrapolada de esto, según he averiguado en internet consultando la basura existente sobre gatos alienígenas, dice que los gatos nos ven con esos grandes ojos porque realmente se trata de cámaras alienígenas que registran todos nuestros movimientos y los transmiten a esos alienígenas grisáceos, que fueron quienes los trajeron a la Tierra. No pude encontrar pruebas de otra cosa que no fuera una red neuronal tradicional en el cerebro de un gato, pero nunca se sabe. Los humanos hemos logrado construir un ordenador hecho de organismos vivos, ¿quién sabe de lo que la tecnología alienígena es capaz?
Dejando todo esto de lado, la idea de que los ojos de un gato son “muy superiores” y, en consecuencia, evolutivamente más avanzados, es completamente absurda.
Los ojos de los gatos tienen más “bastones” que “conos”: los primeros son los encargados de aportar imágenes en blanco y negro, lo que los hace esenciales para una buena visión nocturna; los últimos dan color y nos ayudan a distinguir detalles. Los gatos tienen mejor visión nocturna, pero sólo “ven mejor” según lo que entendamos por eso. Personalmente, me gusta ver las cosas a color, así que, si repentinamente tuviera ojos felinos, no diría que me ha mejorado la vista.
Los ojos de un gato tienen una segunda ventaja con respecto a la visión nocturna. Como explica este artículo del New York Times:
Los gatos también tienen pupilas elípticas que se abren y se cierran más rápido, y que se pueden abrir más que las redondas que tenemos nosotros. Además, los gatos y algunos animales nocturnos tienen una membrana reflectora, el tapetum, en la parte trasera de los ojos, que refleja la luz que pasa a través de los bastones en la dirección opuesta. Esta “doble exposición” permite a los gatos ver bien en la oscuridad.
Pero, supongamos que los gatos tienen una “mejor” visión porque pueden ver mejor en ciertas circunstancias. Esto implicaría que sus ojos (no el gato en su totalidad) son “más avanzados en términos evolutivos”. Pero los perros tienen un mejor olfato que el nuestro. Así como las abejas y los ratones. Los guepardos corren más rápido y las aves vuelan mejor. ¿También son alienígenas? Lo dudo. Si existe una especie anormal, es la nuestra, con nuestros cerebros gigantes, tres veces más grandes que los de otros animales de acuerdo con nuestras proporciones físicas. Quiero que quede claro que, si hay algo remotamente ligado a seres extraterrestres en este planeta, ese algo seríamos nosotros.
5. ¿Alguna vez has visto a un gato despertar de un sueño profundo y salir corriendo de la habitación al instante? La madre nodriza está transmitiendo y necesitan estar solos.
Todos hemos visto eso, y no encuentro una respuesta. ¿Pruebas de la existencia de un contubernio alienígena? Digamos que es “posible”.
Gato alienígena recibiendo instrucciones. Imagen por renedepaula vía photopin.
6. Todas las cosas que salen de un gato son completamente antinaturales.
Esto también es absurdo. Las bolas de pelo son asquerosas, pero completamente naturales, si tenemos en cuenta que los gatos en sí son una bola de pelo que lo único que hace es lamerse y estar tumbados todo el día. En cuanto a su orina y excremento, no veo en qué difieren del resto de los mamíferos, aparte de que su olor es particularmente desagradable.
7. Los gatos sobreviven a situaciones en las que cualquier animal terrestre moriría. ¿Cómo es que un gato cae de espaldas desde un cuarto piso y aterriza sobre sus cuatro patas? (Propiedades antigravitacionales).
Esto es cierto solo en parte. Los gatos son grandes cazadores, y probablemente nos sobrevivirían si termináramos varados en una isla desierta o en una situación postapocalíptica. Pero también muchos otros animales salvajes. No obstante, es difícil concebir una situación natural en la que los gatos siempre sobrevivan mejor que “cualquier animal terrestre”.
Aunque el rollo de aterrizar sobre las cuatro patas no es broma. Es una locura. La gente del canal de YouTube, Smarter Every Day nos ofrece material en cámara lenta de algunas de las mejores caídas gatunas. Como explica su presentador, el problema del giro felino había sido un misterio desde tiempos inmemoriales. Hoy, los físicos saben mucho más al respecto, y la física que observamos en los movimientos de los gatos al caer ha ayudado a los científicos a operar sus telescopios espaciales.
Como señala Destin Sandlin, ingeniero mecánico, a primera vista parecería que un gato viola la ley de la conservación del momento angular. “He estudiado la caída libre de distintos cuerpos, incluyendo el mío, en varios entornos, y una vez que mi rotación angular comienza en una dirección, no puedo parar”, comenta.
Pero cuando vemos la caída del gato en cámara lenta, es evidente que el gato no viola esta ley, simplemente es extremadamente ágil. En términos físicos es un poco complicado, pero tiene que ver con la manera en la que el gato arquea la espalda, extiende y contrae las patas y, al hacerlo, su cuerpo rota sobre dos ejes separados.
Aunque la teoría de las propiedades antigravitacionales es muy atractiva, creo que no tiene peso.
8. Cuando mueres, tus gatos te devoran. Esto realmente no tiene nada que ver con la relación gatos-alienígenas, pero es algo igual de aterrador.
Esto es cierto. En 2010, por ejemplo, se encontró a una docena de gatos alimentándose de un cadáver en Pennsylvania.
Pero como señala Chris Gayomali en The Week, los gatos no son las únicas mascotas que se comen a sus dueños cuando mueren. Algunas mascotas matan a sus dueños para comérselos. El artículo de Gayomali incluye ejemplos de cerdos, pitones, lagartos y otros animales, incluyendo un par de carlinos que sobrevivieron dos semanas alimentándose del cuerpo de su dueño, después de que este se suicidara.
Este podría ser un buen momento para decir que lo mío son los perros. No tendría problema en creer que los gatos son las únicas mascotas que se comen a sus dueños, si hace falta. Pero sé que no es cierto. Brian Palmer señala en este artículopara Slate que la historia está llena de ejemplos en los que los perros comen cuerpos humanos, incluso los cadáveres de sus dueños. (Al parecer, dice Palmer, existe incluso una teoría que dice que el cuerpo de Jesús fue devorado por caninos y que “sus fieles se inventaron la historia del entierro para salir del paso”).
Nuestros amigos teóricos de la conspiración tienen razón: esto es horrible. Pero no demuestra que los gatos sean drones alienígenas.

Fuente: http://www.vice.com/es/read/gatos-aliens

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